28/8/09

Cadaver Exquisito - Segunda Parte (leo)

La madre de Lucas tenía esa extraña costumbre con las velas. Hija de matrimonio europeo, italianos ellos, muy creyentes. Adela, que así se llama la madre de Lucas, al igual que sus padres, es muy creyente, tan creyente, que se cree todo y muchas veces, pobre, peca de ingenua.
Ella todas las mañanas se levanta temprano, prende una vela y le reza al santo o santa de turno. Desayuna un tecito de manzanilla y cuatro galletitas con manteca. Durante el desayuno, se informa, emociona y se preocupa mirando el noticiero, el mismo que también le informa el estado del tiempo, porque eso sí, si en el cielo no hay ni una nube, pero el muchachito sonriente de la TV dice que va a llover, Adela sale con paraguas.

A esta altura, claudio si que estaba en un problema. Pero a él no le importaba lo que salía de la boca de Lucía. A Claudio, lo que realmente lo incomodaba
era enterarse una verdad antes desconocida para él. Su hermano, “ese” según Lucía, estaba engañando a Sofía, su empleada. Pronto comprendió la catarata de situaciones incómodas que le deparaban a nivel familiar y laboral, mientras recordaba la entrevista que él mismo le realizó a una resplandeciente Sofía “de 24 años y soltera”

No hay comentarios: